Sol, solecito…

Las personas sometidas a quimioterapia o radioterapia presentan ciertos condicionantes en la piel que les exige extremar las precauciones a la hora de exponerse al sol. Pero eso no significa que no puedan hacerlo, únicamente deben adoptar ciertas precauciones para minimizar el impacto de esta exposición.

Recomendaciones básicas:

  • Evita la exposición solar que sea innecesaria. El protector solar, utilizado correctamente, ayuda a disminuir el daño que la radiación ultravioleta provoca en la piel, pero no lo suprime totalmente.
  • Evita la exposición solar entre las 12 y las 16h.
  • Protege tu piel en cualquier circunstancia en la que te pueda dar el sol (no sólo en la playa o en la piscina) y no sólo en verano.
  • Para que las cremas sean realmente útiles, es necesario aplicarlas sobre la piel bien seca treinta minutos antes de exponerse al sol, utilizando la cantidad suficiente para cubrir toda la superficie corporal expuesta, sin olvidar orejas y cuero cabelludo en caso de calvicie y haciendo hincapié en las zonas más expuestas, como cara y escote.
  • Existen fotoprotectores en forma de crema, leche, spray o gel, así como barras labiales. La diferencia entre los productos reside en el excipiente y no en el principio activo protector. Elige un producto de fácil aplicación y una absorción rápida que facilite la frecuencia de las aplicaciones.
  • Los fotoprotectores con un nivel de protección alto son las únicas que te resguardarán de los rayos más peligrosos.
  • La mejor protección es la ropa. Utiliza materiales naturales (preferiblemente algodón: camisetas, pañuelos, viseras de ala ancha…). Sombreros y gorras con visera para la cabeza y gafas de sol con cristales que absorban las radiaciones ultravioletas para los ojos.
  • El agua de mar, la arena de la playa y la nieve reflejan mucho la luz solar, incluso a la sombra. La piel recibe una cantidad considerable de luz ultravioleta, por lo que aumenta el riesgo de quemaduras.

 

En general, como podéis observar, se trata de aplicar el sentido común. Pero como dijo un profesor mío, el sentido común es el menos común de los sentidos, y no está de más recordar estos consejos.

Estos consejos son aplicables tanto al paciente oncológico como a la población general. El problema radica en que la mayor parte de nosotros no fuimos aleccionados en hábitos saludables frente a la exposición solar. Por este motivo, hoy en día, todavía no existe una concienciación global de los peligros que puede ocasionar para la salud, sobre todo en los más pequeños.

Por eso, debemos inculcar estos hábitos a las nuevas generaciones, niños y adolescentes, pues las quemaduras solares en la juventud son determinantes en la aparición de cáncer de piel en la edad adulta.

Protégete y protegelos.

«Es más fácil prevenir los malos hábitos que terminarlos» Benjamin Franklin

Bel Giner

 

Deja un comentario